El Gobierno denunció que dos jueces y un fiscal violaron la cuarentena

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“Disculpenme, los tuve que mandar al frente”, se oye en un audio que se difundió por Whatsapp en las últimas horas. Se trata de la voz de un poderoso empresario ganadero de Acha, que se contagió de coronavirus presuntamente en un campo de Pellegrini (Buenos Aires), el 19 de julio, y luego mantuvo reuniones empresariales, familiares y sociales en Acha y Santa Rosa. Del otro lado escucharon, shockeados, sus amigos. Cuatro funcionarios.

El empresario concurrió el domingo 19 a un cumpleaños a un campo a Pellegrini, donde se reunió con nueve personas. Justo ese día la municipalidad bonaerense confirmó el primer caso de Covid-19.

Ya a la vuelta, pasó por Santa Rosa y alzó en su camioneta a un policía que hacía dedo. No hizo la cuarentena y siguió con sus reuniones en Acha. Tanto en la ciudad como en un campo.

Luego, cuando los médicos trataron de que dijera quiénes habían sido sus contactos estrechos, destapó una olla que promete ser un escándalo en la Justicia pampeana: según pudo saber Diario Textual con acceso al caso, este empresario achense dijo que en la noche del Día del Amigo -cuando en ese horario se encontraban prohibidas los encuentros sociales en las viviendas por las restricciones por la pandemia- viajó a Santa Rosa y se reunió con varios conocidos: entre otros, con el juez del Tribunal de Impugnación Penal, Pablo Balaguer; el fiscal general de Santa Rosa, Guillermo Sancho; y el juez contravencional Miguel Vagge.

También estuvo estuvo en la reunión de los amigos Pedro Arcuri, coordinador de la Planta Automotor del Ministerio de Salud. Este lunes fue echado de su cargo.

El Gobierno de Sergio Ziliotto decidió avanzar e hizo una demanda penal en la fiscalía de Máximo Paulucci. En esa denuncia, el Estado hizo mención a la cena realizada el lunes 20 y dio el listado de los concurrentes. Entre ellos, el empresario ganadero, Arcuri, Vaggé, Balaguer y Sancho, pudo saber Diario Textual de fuentes cercanas al caso.

Uno de los que está denunciado, paradójicamente, es central en la maquinaria de control estatal para el cumplimiento de la cuarentena: Sancho ha impulsado, junto a su equipo de fiscales, decenas de denuncias penales por violaciones a la cuarentena. 

Por lo pronto, todos fueron aislados preventivamente. No tienen síntomas, pero deben aguardar al menos dos semanas.

¿Qué pasará con los funcionarios judiciales? Una de las posibilidades, si es que se comprueba la denuncia, es que sean desplazados de sus cargos. Para eso deberán ser sometidos a un jurado de enjuiciamiento. Es una posibilidad, aunque no hay nada confirmado.